La Jornada, Lunes 23 de enero de 2012
Con
caballos, vacas, tractores e instrumentos de labranza arribaron ayer a esta ciudad
organizaciones campesinas del norte del país, en la Caravana del hambre, o
también llamada Caravana de campesinos indignados, para demandar al presidente
Felipe Calderón y a los legisladores que se enfrente, con acciones concertadas
y contundentes la emergencia agroalimentaria y ambiental que padecen, y se
tomen medidas urgentes, además de emprender un cambio profundo en la política
del campo mexicano.
Desde
Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí y otros estados llegaron las
organizaciones integrantes de El Barzón, la Central Campesina Cardenista, Unión
Campesina Democrática, entre muchas otras, así como un grupo de rarámuris.
Pasado el mediodía se concentraron en el Monumento a la Revolución, de donde
salió la marcha al Zócalo. Anunciaron que este lunes acudirán a la Secretaría
de Gobernación y que dependiendo de la respuesta que obtengan marcharán a Los
Pinos.
En un
manifiesto público, demandaron al gobierno federal más fondos para enfrentar la
peor sequía, que los ha dejado sin sustento, y señalaron que es impostergable
atacar las causas que han conducido al aumento de precios de alimentos y
energéticos en el país, a la degradación de recursos naturales y al
calentamiento ambiental, que son críticos para el desarrollo sustentable y
afectan más a las regiones marginadas.
El
dirigente del El Barzón, Gabino Gómez, indicó que no se ha comprendido la
magnitud de la emergencia que provocó la sequía, la cual ha dejado a muchas
zonas del norte sin alimentos para la población, por lo que la demanda
principal es que el gobierno atienda la emergencia, resuelva al problema del
desabasto de alimentos y canalice recursos extras para el sector agropecuario.
Desarrollo
sustentable y cambio climático
Con la
llegada de los campesinos, el Monumento a la Revolución se convirtió de facto en un pedazo del campo mexicano
con caballerizas, corrales y tractores. Ahí, el líder de El Barzón explicó que
los recursos se necesitan para poner sistemas de riego y pozos de bombeo ante
esta situación. Dijo que además de un programa para ahorrar agua y energía, se
requiere apoyo al empleo, pues muchos de los que laboran en la recolección de
cosechas se quedaron sin trabajo y sin ingreso alguno.
Las
organizaciones campesinas valoran quedarse en el Distrito Federal hasta el
próximo día 31, cuando se realizará una gran marcha contra la política
económica del régimen, a la cual también convocaron a sindicatos.
Para esta
Caravana del hambre se requirieron al menos nueve tráileres para transportar
los tractores, trajeron 22 remolques en los que venían caballos y vacas. En uno
de éstos incluso tenían colgada una res muerta, para demostrar que la
emergencia por la sequía tiene graves consecuencias; No son mentiras, dijo uno
de los campesinos de Meoqui, Chihuahua.
En la Declaración
de Chihuahua las
organizaciones señalan que, por ser la región más afectada por el clima, los
campesinos demandan construir las bases del sistema alimentario y de desarrollo
rural del nuevo siglo, con políticas tanto de atención a la emergencia como de
mediano y largo plazos, que cimenten un desarrollo rural con sustentabilidad, y
una relación diferente con la naturaleza, como política de Estado.
Demandan
una reunión urgente con Calderón y plantean que no piden ayuda, sino detonantes
para reactivar la producción rural y acciones contra el cambio climático;
reactivar zonas de temporal del estado mediante la entrega anticipada de
recursos de Procampo, Progan, Proárbol Diesel agropecuario y Cousssa de este
año; incrementar formas de captar agua y promover sistemas de producción
adecuados en la región.